Delphine de Vigan – Edicions 62
Delphine nos cuenta en este libro el deterioro de los ancianos, el avance inexorable de la vejez. También nos habla de la maternidad, de las relaciones humanas o de cómo nuestros orígenes determinan las personas que seremos. Pero sobretodo nos habla del agradecimiento, no de la palabra “gracias” que la utilizamos para todo, sino un agradecimiento mucho más profundo.
Está narrada a dos voces, en presente y en primera persona para cada uno de los dos personajes que interactúan directamente con la protagonista. Capítulos cortos. Lectura muy amena con una escritura suave y delicada. Con un punto de ironía.
Michka trabajó como correctora y ahora no encuentra las palabras correctas para poder hablar. Se ha hecho mayor, padece afasia y es ingresada en un geriátrico.
Nuestra protagonista muestra rebeldía, porque no quiere ser esclava de la vejez.
Esta pequeña obra es una crítica al maltrato verbal que a veces reciben los ancianos y de la falta de contacto. Un libro que no te deja indiferente. Una historia corta pero que te llena.
“Envejecer es aprender a perder”
@bmanresac